En las partes más cargadas de la ciudad, la contaminación podría exceder los límites de seguridad 20 veces.
PUBLICIDADAsí está Sofía. Debajo de una manta de contaminación. En invierno, a menudo se forma una tormenta perfecta de aire sofocante, estancado, con partículas suspendidas y niebla acumulada. En las partes más cargadas de la ciudad, la contaminación podría exceder los límites de seguridad veinte veces.
¿Causa? la contaminación del tráfico, pero principalmente la combustión en viviendas de madera y carbón. La mayoría de las casas que utilizan esta forma de calefacción están en las afueras de la ciudad y no tienen acceso a gas o ni siquiera a la calefacción central de la era comunista.
Un vecino, Kaloyan Kostadinov explica: "Ahora mismo queno muebles viejos. Solo vale para que nos calentemos. Aunque sean contaminantes, no tenemos otra opción, ya que es uno de los combustibles más baratos. La respuesta de las autoridades ha sido lenta e insegura. Ahora se están aplicando una nueva ronda de medidas".
Yordanka Fandakova, alcaldesa de Sofía espera que "A finales de año, 150 hogares deberían tener nuevos filtros de partículas. También hay 6000 personas que han solicitado que se cambien sus estufas antiguas por otras menos contaminantes. Este programa comenzará en enero" .
Estas medidas han suscitado poco interés hasta ahora, ya que más de cincuenta mil hogares utilizan combustibles contaminantes. Las alternativas son a menudo mucho más caras.
Con el cierre de la cumbre COP25, de la ONU en Madrid, el debate sobre el aire limpio se intensifica en Bulgaria. Es el país más contaminado de la UE y la capital, Sofía, es el centro del aire más sucio de todo el país.
Incluso cambiar a calefacción central o eléctrica no es la solución limpia que parecería. Alrededor de la mitad de la energía de Bulgaria se produce en centrales eléctricas de carbón. Son conocidas por ser muy contaminantes y no cumplir con los estándares de emisiones de la UE. Las plantas de carbón también son una fuente grave de otra forma de contaminación: el dióxido de azufre, un gas tóxico que también es responsable de la lluvia ácida.
Meglena Antonova, de Greenpeace Bulgaria explica que "El problema con este contaminante se resolvió hace mucho tiempo en la UE. Sin embargo, en Bulgaria, el carbón de grado más bajo se usa no solo en calefacción residencial sino tampoco en plantas de energía".
El aire búlgaro sigue siendo el más mortal de la UE. Los búlgaros pierden dos años y medio años de sus vidas por la contaminación, según la Organización Mundial de la Salud.