Más de 1000 nigerianos crisitianos han sido asesinados este año bajo el yugo de grupos islamistas radicales como Boko Haram y Fulani
Desde Siria a Pekín pasando por Nigeria, las minorías cristianas celebran la Navidad con un mensaje de paz y esperanza..
En Siria más de 120 lugares de culto cristianos fueron dañados o destruidos durante los ocho años de guerra civil en el país. Pero desde que el Gobierno central retomó el poder, la vida está volviendo poco a poco a la normalidad. Y eso incluye celebrar la Navidad sin temor a ser perseguidos por los grupos islamistas:
"Si Dios quiere, en Siria, como vemos en Qamishli, las cosas mejoraran cada año. Independientemente de lo que esté sucediendo , vemos una mejoría, un avance en la dirección correcta. Si Dios quiere, las cosas mejorarán en Siria", cuenta Salim Abdelmashih, cristiano de Qamishli, ciudad del noroeste del país, en la frontera con Turquía y cerca de Irak.
Navidad en Pekín
Pekín no reconoce la Navidad como un día festivo porque lo considera parte de los valores occidentales. Pero eso no impidió que cientos de cristianos chinos asistieran a la Misa de Navidad en la histórica Catedral de San Salvador. La Santa Misa del martes fue la primera desde que entró en vigor el acuerdo provisional entre China y el Vaticano sobre el nombramiento de obispos chinos, firmado el 22 de septiembre de 2018.
No está permitido exhibir carteles relacionados con las festividades navideñas, a menos que, por supuesto, uno quiera enfrentar la ira del Gobierno en lo que debería ser un momento feliz.
En Nigeria "Su tierra o su sangre"
En Nigeria, la Navidad ha llego precedida por un informe del Fondo de Ayuda Humanitaria del Reino Unido, con cifras escalofriantes. Más de 1000 crisitianos han sido asesinados este año bajo el yugo de grupos islamistas radicales como Boko Haram y Fulani, milicias nómadas de religión musulmana. El documento situa a Nigeria en la duodécima posición en lo que se refiere a la persecución cristiana.
Los Fulani han se ha dirigido a los agricultores cristianos con una "política agresiva y estratégica de acaparamiento de tierras" bajo el lema: "Su tierra o su sangre".