La victora póstuma del galeón San José: sus restos no serán comercializados
PUBLICIDADDecenas de cañones, cientos de tinajas, millones de monedas de oro y plata, miles de botellas... el pecio del galeón San José, un barco de guerra español hundido por corsarios ingleses en las costas de Colombia hace más de trescientos años, es tan valioso como disputado: lo reclaman países a uno y otro lado del Atlántico, una tribu indígena boliviana y una empresa cazatesoros estadounidense.
Hace unos días, Bogotá descartó de un plumazo las pretensiones de la compañía norteamericana de sacar el pecio a flote a cambio de parte del botín al declarar los restos del San José "Bien de Interés Cultural". Durante años, había negociado con el anterior ejecutivo esta posibilidad.
"Para el Gobierno del presidente Iván Duque es fundamental conservar este patrimonio cultural. Es fundamental que ninguna moneda, ninguna astilla de madera de ese galeón vaya a estar en los anticuarios del mundo", explicaba en rueda de prensa la vicepresidenta colombiana Marta Lucía Ramírez.
Basándose en el Derecho del Mar, Madrid reclama la propiedad del galeón hundido bajo bandera española y lo considera una tumba de los 600 marineros que iban a bordo, aunque coincide en lo esencial con el Gobierno colombiano y con los indígenas bolivianos cuyos ancestros extrajeron los metales preciosos que iban en el San José.
"España mismo había solicitado que no se comercializaran las piezas. La nación boliviana de los caracara, con los que nos reunimos la semana pasada o antepasada tenía la misma solicitud. Otros gobiernos latinoamericanos nos han dicho incluso que quieren ayudar si se conserva el patrimonio", explicaba en la misma rueda de prensa Camilo Gómez, director de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado colombiano.
Sin embargo, se necesitan fondos multimillonarios para sacar a flote y preservar el fabuloso tesoro que transportaba el San José. Como hace tres siglos, los piratas acechan y la integridad del galeón no está garantizada ni tan siquiera bajo el mar.