En medio de la ola de protestas que aún hoy afecta al país, el festival de teatro "Santiago a mil", que la capital celebra cada año, adaptó en esta edición su programación a la situación
El teatro sale a la calle en Chile. En medio de la ola de protestas que aún hoy afecta al país, el festival de teatro "Santiago a mil", que la capital celebra cada año, adaptó en esta edición su programación a la situación. Los organizadores, eso sí, no se desmarcan de las revueltas sociales pacíficas, que consideran pertinentes para combatir la actual brecha de desigualdad.
Una enorme marioneta recorrió un parque de la capital al ritmo de la música ante la presencia de cientos de personas, en su mayoría niños. El enorme dinosaurio, realizado entre participantes de varios países, abrió el festival que cumple ahora 27 años de vida y que llamó este año en su apertura a proteger el medio ambiente.
“Transmitir que la humanidad no es nada comparada con los millones de años que nos preceden y por lo tanto esta Tierra tenemos que cuidarla los seres humanos”, explicaba Mariana Muñoz, directora artística de la función "Pichintún".
Las revueltas callejeras en las que han muerto ya 29 personas, han obligado a los organizadores del festival a adaptar los horarios para que no acaben de noche y a llevar los espectáculos multitudinarios a los parques para no interrumpir el tránsito en las calles. Para el certamen se han programado cientos de obras de cerca de 26 países.