Las primeras medidas del Gobierno español pondrán más el foco en lo social y menos en Cataluña
PUBLICIDADMás hablar de Economía y de Derechos Sociales y menos de Cataluña. Con siete ministerios puramente económicos, el primer Gobierno de coalición de la democracia española dará prioridad a su agenda social sobre la territorial en el consejo de ministros del próximo viernes y lo hará mostrando moderación y tendiendo una mano a la patronal y los sindicatos.
El Ejecutivo pretende pactar una subida limitada del salario mínimo, a pesar de que el acuerdo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos contempla un incremento de hasta el 60% durante la legislatura. Y es que ahora la prioridad es tranquilizar a un sector del empresariado que aún no ha encajado bien la subida del 22% decretada el año pasado y que elevó el salario mínimo hasta los 900 euros mensuales. La titular del ministerio de Trabajo, Yolanda Díaz, de Unidas Podemos, también tendrá en el punto de mira la derogación de los puntos más lesivos y controvertidos de la reforma laboral del año 2012.
Entre las primeras medidas del Ejecutivo también estará la subida de las pensiones, una de las principales demandas de los jubilados en España. En este dossier, que correrá a cargo del nuevo ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, no habrá incertidumbres, ya que el anterior gobierno aprobó un incremento del cero coma nueve por ciento y dejó en suspenso su aplicación hasta que se formara el nuevo. El principal objetivo de Escrivá, un independiente de perfil técnico, será reducir los 18.000 millones de euros de déficit que tiene ahora mismo la Seguridad Social.
También estarán sobre el tapete asuntos como la contención del precio de la vivienda y **de los alquileres, o **el aumento de los impuestos a las empresas y rentas más altas. Todo supervisado desde la Vicepresidencia por la ministra de Economía, Nadia Calviño, quien mantiene intacta su reputación en Bruselas. Calviño tendrá ante sí el difícil reto de acometer la transformación digital de la Economía y mantener el crecimiento a pesar de la desaceleración.
Sin embargo, todo este castillo de medidas se apoya en el supuesto de que ERC vote a favor de los presupuestos, por lo que será difícil que el tema catalán pase a un segundo plano.