Científicos de todo el mundo trabajan de manera conjunta para tratar de desarrollar la vacuna que salve a los ciudadanos de los letales efectos del nuevo virus originado en la ciudad china. La comunidad científica trata de anticipar su posible evolución.
PUBLICIDADUnen sus fuerzas para enfrentarse al coronavirus de Wuhan. Científicos de todo el mundo trabajan de manera conjunta para tratar de desarrollar la vacuna que salve a los ciudadanos de los letales efectos del nuevo virus originado en la ciudad china. La comunidad científica trata de anticipar su posible evolución.
"Esta vez, vigilamos de cerca la situación pero, debido a la diferencia entre los coronavirus y otros virus, no hemos visto una clara mutación del virus hasta ahora, ya sea de muestras ambientales o de muestras obtenidas de pacientes contagiados. Pero basándonos en estudios de virología, el virus no se convertiría en lo que es ahora mismo si no hubiera habido alguna mutación", declara Gao Fu, director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El nuevo coronavirus es una cepa particular de coronavirus que no había sido identificada previamente en seres humanos. Existe muy poca información sobre su transmisión, la gravedad que implica y el impacto clínico que supone.
"Tomamos una nueva muestra e intentamos cultivar el virus. Para ello, vamos a ponerla en células aptas para el cultivo del virus. Es un trabajo tedioso porque es un virus que no se desarrolla bien. Vamos a intentar poner la muestra en las mejores condiciones para que podamos tener un cultivo viable del virus en pocos días", afirma Arnaud Fontanet, director del Departamento de Salud del Instituto Pasteur.
Las autoridades médicas de Rusia, señalan que actualmente se llevan a cabo pruebas con unos 30 medicamentos en clínicas chinas. Sostienen que el nuevo 'virus de 'Wuhan' es, en realidad, una "combinación de dos coronavirus: uno de murciélago y el otro de serpiente".