Moscú y Kiev se han culpado mutuamente, en el Consejo de Seguridad de la ONU, del repunte de la violencia en el este de Ucrania. Según el Ejército ucraniano, los rebeldes, respaldados por Rusia, intentaron, sin éxito, avanzar hacia el territorio controlado por Kiev.
PUBLICIDADMoscú y Kiev se culpan mutuamente del repunte de la violencia en el este de Ucrania. Según el Ejército ucraniano, los rebeldes, respaldados por Rusia, intentaron, sin éxito, avanzar hacia el territorio controlado por Kiev. Ambas partes hablan de "provocación" y aseguran haber sufrido bajas.
Esta escalada se produce en el quinto aniversario de la aprobación de los Acuerdos de Minsk, por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Allí, en el Consejo de Seguridad, en una reunión, este martes, ambos países han cruzado reproches.
"Muchos de ustedes hablan de la situación devastadora de los habitantes del Donbás, y ustedes mismos se niegan a reconocer la responsabilidad de Kiev, que, librando una guerra contra su propia población, ha impuesto un bloqueo económico contra el Donbás. Cada día, desde hace cinco años, mueren personas por los bombardeos, ¿se bombardean ellos mismos?", ha dicho Vasili Nebenzia, representante de Rusia ante la ONU.
Tanto Rusia como Ucrania han insistido en que la implementación de los Acuerdos de Minsk es la única manera de lograr poner fin a la guerra.
"Como ha sucedido antes, Rusia intenta presentar a la víctima de su agresión como un perpetrador, que es uno de los sellos distintivos de su guerra de información contra Ucrania. Tales intentos vanos de tergiversar la verdad podrían haber sido vistos como patéticos e incluso irrisorios si no fueron un insulto cínico a la memoria de miles de mis compatriotas, que han perdido la vida defendiendo su tierra", ha señalado Sergiy Kyslytsya, representante de Ucrania ante la ONU.
El conflicto en el este de Ucrania ha dejado más de 13.000 muertos y un millón y medio de desplazados.
El pasado diciembre, los presidentes ruso y ucraniano fijaron un calendario para avanzar en el cumplimientos de los Acuerdos de Paz de Minsk. Una paz que vuelve a tambalearse.