La ONU reclama un trato digno y ayuda humanitaria para los migrantes y refugiados que tratan de llegar desde Turquía a la UE. Numerosas ONG denuncian un uso indiscriminado de pelotas de goma y gases lacrimógenos contra estas personas, que tratan de entrar en Grecia, alentadas por Ankara.
La ONU reclama un trato digno y ayuda humanitaria para los migrantes y refugiados que tratan de llegar desde Turquía a la Unión Europea (UE).
Numerosas ONG denuncian un uso indiscriminado de pelotas de goma y gases lacrimógenos contra estas personas, que tratan de entrar en Grecia, alentadas por las propias autoridades turcas.
Ankara, que habla incluso del uso de munición real, ha enviado a 1000 policías a la frontera para evitar las devoluciones en caliente y se prepara para denunciar a Grecia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Mientras, la UE busca una salisa a la crisis. Bruselas prepara 500 millones de euros adicionales para los refugiados sirios en Turquía.
El jefe de la diplomacia europea lamenta que los migrantes estén siendo "utilizados como armas".
"Los turcos que dejan ir a la gente haciendo creer que las fronteras de Europa están abiertas... Tenemos que defender nuestras fronteras, tenemos que conciliar, respetar los derechos humanos de los migrantes con el hecho de que nuestras fronteras no pueden ser violadas, las personas no pueden cruzar las fronteras violentamente", ha declarado Josep Borrell, Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad.
En los últimos cinco días, se han producido 35.000 intentos de entradas ilegales en territorio griego, por tierra. Por mar, más de 1.700 migrantes han llegado a las islas griegas, por lo que Atenas ha impuesto restricciones de navegación.