El rápido aumento de contagios en la capital chilena obliga al Gobierno a decretar una cuarentena obligatoria. El principal cementerio de la ciudad cava miles de tumbas consciente de que lo peor está por llegar.
PUBLICIDADLa situación ha empeorado en cuestión de horas en Chile, muy especialmente en la capital, Santiago, donde el rápido aumento de casos de coronavirus ha llevado al Gobierno a decretar desde este viernes una cuarentena obligatoria para sus siete millones de habitantes. Los ciudadanos solo podrán salir de sus casas para comprar alimentos o medicamentos.
La sanidad en esta parte del país está muy cerca de colapsar después de un aumento de casos del 60% en tan solo 24 horas, lo que eleva el número de contagios a más de 37.000, el 80% de ellos en Santiago. Hasta el momento 368 personas han perdido la vida.
"La capacidad ocupacional está casi al máximo", confiesa Esteban Maturana, presidente de la Confederación de Funcionarios de Salud Municipal. "Más del 80% en el área metropolitana, más del 70% a nivel nacional... La holgura que tenemos para la cantidad de casos que se avecinan en los próximos días es muy estrecha".
En el principal cementerio de la ciudad se cavan a marchas forzadas 2000 nuevas tumbas, conscientes de lo peor aún está por llegar. Las autoridades sanitarias preven que el pico de contagios y muertes tenga lugar a finales de este mes o principios de junio.
La noticia supone un duro golpe para las esperanzas chilenas de tratar de recuperar la normalidad y reflotar su economía. El Gobierno de Sebastián Piñera solicitó esta semana al FMI un crédito de 22.000 millones de euros para los próximos dos años con los que hacer frente a una importante crisis económica ahora agravada por la pandemia.