Destitución fulminante y arresto policial del ministro boliviano de Salud, Marcelo Navajas. Apenas llevaba un mes y medio en el cargo y es el protagonista del mayor escándalo de corrupción que ha salpicado al Gobierno interino de Jeanine Áñez: el sobreprecio pagado por la compra de 170 respiradores
PUBLICIDADDestitución fulminante y arresto policial del ministro boliviano de Salud, Marcelo Navajas. Apenas llevaba un mes y medio en el cargo y es el protagonista del mayor escándalo de corrupción que ha salpicado al Gobierno interino de Jeanine Áñez: el sobreprecio pagado por la compra de 170 respiradores de fabricación española para tratar a enfermos de la pandemia de la COVID-19. El Gobierno boliviano pagó por unidad casi 28.000 dólares, una cantidad que prácticamente triplica su precio real, según ha confirmado la empresa catalana que los fabrica. La diferencia se quedó en un oscuro camino que la declaración de Navajas debería esclarecer.
En un vídeo difundido a través de Twitter, la presidenta interina ha prometido una investigación a fondo, "caiga quien caiga".
El escándalo tiene como telón de fondo el creciente descontento, con protestas en algunas regiones, por la ampliación de la cuarentena hasta finales de mayo y la ausencia de una fecha concreta para la convocatoria de elecciones generales. El parlamento aprobó una ley para que se celebren antes del mes de agosto, algo a lo que se opone el Ejecutivo interino debido a la situación de emergencia sanitaria que atraviesa el país. El Colegio Electoral deberá pronunciarse sobre esta contienda. La pandemia de la COVID-19 ha dejado ya unos 200 fallecidos y casi 5.000 infectados en Bolivia.