Tras pactar un rescate por valor de 9.000 millones de euros por la compañía aérea Lufthansa, el Gobierno alemán afirma que venderá las acciones del grupo cuando remonte el vuelo
Amanece un nuevo día en la vida de Lufthansa tras pactar un rescate multimillonario con el Gobierno alemán. Berlín desembolsará 9.000 millones de euros para evitar la quiebra de esta emblemática compañía aérea alemana. A cambio, obtendrá una participación del 20% en el grupo, que tiene filiales en Alemania, Austria, Suiza y Bélgica, y dos asientos en el Consejo de Supervisión. Se suprimirán 10.000 empleos y se cerrará la filial de bajo coste, Germanwings.
Según ha explicado el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, el Estado no tiene la intención de quedarse como socio de la aerolínea: "...y cuando (Lufthansa) esté a flote de nuevo, venderemos sus acciones. Y eso, al menos eso espero -y no sólo como Ministro Federal de Finanzas-, con un pequeño beneficio que nos permita cofinanciar los muchos, muchos compromisos que tenemos ahora, y no sólo con esta empresa", afirmó Scholz.
Se trata del mayor rescate corporativo en Alemania desde que estalló la crisis del coronavirus. Para afrontar casos similares, Berlín dispone de un fondo de 100.000 millones de euros.
El Estado francés también se ha rascado el bolsillo para sacar de apuros a Air France-KLM, compañía franco-holandesa a la que ha prestado 3.000 millones de euros y ha avalado otro préstamo por 4.000 millones más para que pueda sortear, sin caer en picado, las fuertes turbulencias del mercado generadas por la pandemia.