El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha declarado inconstitucional una ley de Luisiana que restringía el aborto. Esta decisión es un revés para Donald Trump y el movimiento antiabortista que presiona desde los estados más conservadores
PUBLICIDAD**El Tribunal Supremo de Estados Unidos dio este lunes un espaldarazo clave al derecho al aborto. Con cinco votos a favor y cuatro en contra, el tribunal declaró inconstitucional una ley de Luisina, que habría limitado el derecho a la interrupción de embarazo y provocado el cierre de dos de las tres clínicas abortistas que todavía sobreviven en este estado, que tiene el marco legal más restrictivo del país. **
Esa norma era solo una de las más de 450 medidas en el mismo sentido que han tomado los estados conservadores en la última década, con la intención última de presionar al Supremo para que derogue la decisión que en 1973 legalizó el aborto en el país.
Los defensores de los derechos reproductivos celebran el fallo del Supremo. "Las mujeres tienen hoy más opciones a la hora de tomar una decisión", afirma Mia Weeks.
En cambio, para los antiabortistas, como Mallory Qui Gley, es "un día desafortunado para las mujeres de Luisina y de todo el país".
Revés para Donald Trump
La decisión del Tribunal Supremo supone un revés para el presidente Donald Trump, pues es la primera relacionada con el aborto tomada por el alto tribunal desde que se incorporaron a él dos jueces conservadores elegidos por la Casa Blanca precisamente por su oposición a ese derecho reproductivo. De hecho, el gobierno de Trump ha calificado el fallo de "desafortunado".
No obstante, la batalla en torno al aborto sigue abierta, convertida en bandera electoral, pues esta cuestión mueve muchos votos entre los cristianos evangélicos blancos y conservadores sociales que componen una parte notable de la base del Partido Republicano.