Se recomienda no salir de casa a la población, como ya ocurría en los trece municipios de la primera corona metropolitana de Barcelona, en el Segrià y en la Noguera. Además, preocupa el brote de Córdoba, el mayor de la región andaluza
PUBLICIDADBarcelona sin apenas turistas, una estampa poco habitual en pleno mes de julio. La ciudad y su área metropolitana están sufriendo la peor parte de los rebrotes de COVID-19.
El Gobierno catalán ha incluido cinco zonas más en las medidas de restricción que ya se aplican en 13 municipios. Se prohiben las reuniones de más de diez personas y se recomienda a la población el confinamiento en casa.
Cataluña sigue siendo la comunidad más afectada por la pandemia, sumó en la última jornada 994 casos positivos, pero se han registrado nuevos rebrotes también en Valencia y Andalucía. Allí, 73 personas que han dado positivo tras estar en una discoteca en Córdoba forman el mayor brote de la región.
La situación se complica y las autoridades la vigilan de cerca. Si el sábado Francia no descartaba cerrar fronteras con España, este domingo el Govern de Baleares se planteó pedir al Gobierno central que los viajeros catalanes y de otras zonas de riesgo pasen una cuarentena obligatoria, una medida que más tarde han descartado, aunque sí pedirán que los viajeros se sometan a controles sanitarios en los puertos y aeropuertos de las Islas.
Según los últimos datos de Sanidad, España suma 260.255 infectados y 28.420 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
El uso obligatorio de la mascarilla se ha extendido por casi todas las comunidades autónomas españolas a raíz del aumento de nuevos brotes. Sólo la Comunidad de Madrid y Canarias se resisten a implantarlo.