Greenpeace lanza una campaña. En Hungría distintos análisis demuestran que incluso la calidad del agua potable está afectada por contaminación de partículas derivadas de materias plásticas.
La organización ecologista Greenpeace ha instalado en el centro de Budapest este pez basurero con el estómago lleno de plástico. Una representación de lagos y ríos contaminados con excedentes de materia procedente de envases y con incluso presencia de micropartículas.
Gergely Simon, experto en productos químicos contramienantes de Greenpeace explica:"Con este pez, queremos simbolizar que todo está lleno de plástico. Este pez también estará lleno de plástico, pero no morirá, porque clasificaremos y reciclaremos cada pieza de plástico que tenga en el estómago".
En Hungría distintos análisis demuestran que incluso la calidad del agua potable está afectada por contaminación de partículas derivadas de materias plásticas. La instalación de un pez que traga residuos sin parar intenta llamar la atención sobre el progresivo riesgo para la salud que se presenta si no se adoptan medidas de control.
En ausencia de un apoyo estatal significativo y con los precios actuales del petróleo, el reciclaje en Hungría no es un buen negocio para las empresas. Queda como algo permanentemente aplazado sin apenas programas estatales que vigilen y controlen resíduos.
Tan solo hay cinco países en la Unión Europea que reciclan menos que Hungría. Actualmente estamos un 10% por debajo de la media de la UE y esa tasa está aumentando contínuamente.