La policía húngara ha detenido a doscientos miembros de redes para el paso de fronteras. Este año, unas 18.000 personas intentaron cruzar ilegalmente la frontera entre Serbia y Hungría.
PUBLICIDADCon la apertura de fronteras no solo ha aumentado el turismo en Hungría y los Balcanes, sino también la actividad de redes de traficantes de personas.
La policía húngara ha detenido a doscientos miembros de redes para el paso de fronteras.
Este año, unas 18.000 personas intentaron cruzar ilegalmente la frontera entre Serbia y Hungría.
Zoltán Boross, coronel de policía explica que "A partir del 21 de mayo, cuando el ejército serbio abrió los campos de refugiados, que estaban cerrados debido por la epidemia de coronavirus, la migración desde Rumania y Serbia ha aumentado significativamente. Hoy en día, un traslado de Serbia a Austria cuesta aproximadamente de 3500 a 4000 euros, por lo que es un gran negocio".
La policía de fronteras húngara localizó 16 túneles que atravesaban la valla fronteriza.
La respuesta de Hungría ha sido construir una nueva barrera par dificultar el paso.
Tras las últimas detenciones la policía ha intervenido drones y teléfonos vía satélite. Incluso han localizado a observadores pagados en distintas secciones fronterizas para detectar las mejores horas para cruzar con la menor vigilancia posible.
Los traficantes de personas según la policía húngara tienen ahora la prioridad de hacer cruzar la frontera hacia el oeste al mayor núyerode personas posible antes de una eventual segunda ola de coronavirus.
Compran drones, teléfonos satelitales e incluso pagan a observadores en ciertas secciones fronterizas.
En el último año no solo han detenido a organizadores de nacionalidad húngara sino también a traficantes de personas sirios, afganos, ucranianos y rumanos.