El centro de Sofía bloqueado por manifestantes, 42 días de protestas contra el gobierno de Bulgaria. Desde el 9 de julio, miles de personas exigen la dimisión del gobierno del populista Boiko Borisov, así como del fiscal jefe, Iván Geshev.
El centro de Sofía bloqueado por manifestantes, 42 días de protestas ininterrumpidas contra el gobierno de Bulgaria. Desde el 9 de julio, miles de personas exigen la dimisión del gobierno del populista Boiko Borisov, así como del fiscal jefe, Iván Geshev.
Les acusan de corrupción y de servir a los intereses de grandes empresarios.
Cerca de un millar de manifestantes se congregaron anoche, como ya es habitual, en la plaza central rodeada de las sedes del Gobierno, el Parlamento y la Presidencia.
Se detuvieron frente al Ministerio del Interior y arrojaron huevos y tomates al edificio.
Anteriormente, se manifestaron frente al edificio de la Presidencia e hicieron un "Monumento a la Libertad" con adoquines y una bandera búlgara.
La semana pasada, el primer ministro Boyko Borisov trató de apaciguar a los manifestantes y ofreció su dimisión.
La condicionó a que el parlamento aprobaran una mayoría para reformar la constitución.
La oposición ve en ello una simple truco para ganar tiempo.
El presidente del país, Rumen Radev, cercano al opositor Partido Socialdemócrata, apareció el lunes en la protesta que tuvo lugar en la ciudad de Varna, donde reiteró, una vez más, su llamamiento al Gobierno para que dimita.