Exigen al Gobierno poder trabajar o recibir un subsidio hasta que terminen las restricciones ligadas a la COVID-19.
Exigen poder trabajar o recibir un subsidio. Son los conductores de taxis y autobuses del transporte público de Honduras, que acaban de iniciar una huelga para presionar al Gobierno.
La mayoría llevan seis meses sin trabajar debido a las restricciones ligadas a la pandemia. El Ejecutivo autorizó la circulación parcial de taxis y autobuses hace apenas dos semanas.
"Ahora, nos están poniendo un montón de trabas para poder salir a trabajar. Nos quieren mandar a trabajar con un 50% de la capacidad de las unidades, lo cual no nos beneficia absolutamente en nada a nosotros", explicaCarlos Aguilar, líder del sindicato del transporte.
Conductores de taxis y autobuses exigen un subsidio, cuyo cuantía deberá ser definida con el Gobierno de Tegucigalpa, que este año no les cobren la matrícula de los vehículos y el pago a cada uno de ellos del equivalente a unos 320 dólares.
En su primera jornada de paro, protagonizaron bloqueos en calles y carreteras de Honduras, que otros profesionales del volante sufrieron con comprensión.
"Están peleando porque quieren circular todos los buseros, porque parece ser que solo a cierta parte le han dado chance de circular y la verdad que todos tienen derecho", afirma Denis Cantillado, camionero.
Honduras ha comenzado una tímida apertura económica, pese al repunte de casos de la COVID-19. En total, se han registrado 64.814 positivos y 2.023 personas han fallecido por la pandemia.