La comisaria de Interior Ylva Johansson recuerda los errores que la Unión ha cometido en la crisis de refugiados y anima a la eurocámara a resolverlos conjuntamente.
El debate en el Parlamento Europeo sobre la actual situación en Moria se saldó con el convencimiento general de no construir nunca más campamentos como el recientemente destruido y con la idea clara de afrontar conjuntamente y con seriedad una crisis migratoria que en absoluto ha acabado. En un emotivo discurso, la comisaria de Interior Ylva Johansson fijaba cuales debían ser las prioridades de la Unión frente a esta crisis:
"Un nuevo centro en condiciones y permanente es sin duda una prioridad. Pero no debe haber más Morias", decía Johansson. "Necesitamos un nuevo comienzo en el asunto de la migración, y este es el momento adecuado". La comisaria europea recordaba que "Moria no es normal, pero la migración sí lo es, y es algo que podemos gestionar. Actualmente la mayoría de las personas que llegan a Europa de manera irregular, dos tercios, no tienen derecho a protección internacional. La situación ha cambiado, pero no la necesidad de una política europea común y una legislación europea común para gestionar la migración".
Johansson anunció también la puesta en marcha de una serie de iniciativas dirigidas a todos menores no acompañados ubicados en las islas griegas, medidas que ya se estaban llevando a cabo con los menores no acompañados del campamento de Moria.
"Simplemente ya no podemos ser solidarios ad hoc", decía por su parte la eurodiputada popular maltesa, Roberta Metsola. "Necesitamos instrumentos permanentes en los que cada estado desempeñe su papel. Donde la solidaridad sea más que una simple palabra de moda y donde la responsabilidad sea verdaderamente compartida".