El Tribunal Supremo tiene que revisar la condena de año y medio de inhabilitación, impuesta al presidente regional de Cataluña, por negarse a retirar pancartas y lazos amarillos en plena campaña electoral.
Entre aplausos ha llegado el presidente autonómico de Cataluña, Quim Torra, al Tribunal Supremo.
El órgano judicial tiene que revisar la condena de año y medio de inhabilitación, impuesta a Torra, por negarse hasta en tres ocasiones a retirar pancartas con mensajes independentistas y lazos amarillos, de los edificios públicos catalanes.
Un desafío a la Junta Electoral Central que prohibía este tipo de acciones durante el periodo electoral en la región. Al no acatar la orden, el Tribunal Superior de Cataluña se pronunció, emitiendo su inhabilitación.
En la vista que ha tenido lugar este lunes para revisar la sentencia, la defensa del presidente reitera que "fue un acto político" y se está faltando a la "libertad de expresión". Por su parte la acusación asegura que no se está juzgando nada de eso, sino su "falta a la neutralidad en periodo electoral".
La resolución del Tribunal Supremo se conocerá en los próximos días, pero por el momento Torra ya ha adelantado que no convocará elecciones en Cataluña antes de conocer la decisión. Además ha advertido que, en el caso de que se le inhabilite, el único "culpable" de "paralizar" la administración catalana en plena pandemia será el Estado.
"No seré yo quien en este momento tan crítico para el país lo aboque a una carrera electoral irresponsable que paralizaría la administración en Cataluña", ha asegurado en rueda de prensa.