Ambos países han suministrado ayuda a los heridos durante las manifestaciones contra el presidente de Bielorrusia
Alexandr Lukashenko responde a seis semanas de protestas. El presidente de Bielorrusia ha anunciado que el Ejército estará en alerta máxima y que cerrará las fronteras del país con Polonia y Lituania.
Es una manera de reivindicar su propia teoría de que las manifestaciones en el territorio están alentadas por los países occidentales. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han criticado la postura de Lukashenko.
El primer ministro polaco Mateusz Morawiecki ha recalcado durante un viaje a Lituania que los dos países continuarán ofreciendo asistencia médica y material a los heridos y perseguidos durante las protestas. Además ha añadido que Bruselas y los prestamistas internacionales deberían ofrecer un apoyo económico de al menos 1.000 millones de euros para Bielorrusia y sus empresas.
El jueves pasado, la principal candidata de la oposición, Svetlana Tijanóvskaya anunció que los activistas están preparando una lista de policías que supuestamente estuvieron involucrados la represión de las protestas. Unas 7000 personas han sido arrestadas y miles han sufrido agresiones.