Convocada una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) por la situación en Nagorno Karabaj, mientras prosiguen los violentos combates que han provocado al menos 95 muertos en las últimas horas.
La escalada bélica entre Armenia y Azerbaiyán, por el control del enclave separatista de Nagorno Karabaj, ha provocado la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Según fuentes diplomáticas, la reunión había sido solicitada por Bélgica tras la iniciativa de Alemania y Francia.
El temor a que Armenia y Azerbaiyán entren en una nueva guerra abierta ha hecho saltar todas las alarmas porque tanto Rusia como Turquía tienen intereses contrapuestos en esta región del Caúcaso.
"El secretario general está extremadamente preocupado por la reciente reanudación de las hostilidades en la línea de contacto en la zona de conflicto en Nagorno Karabaj. Condena el uso de la fuerza y lamenta la pérdida de vidas y su impacto entre la población civil", ha dicho el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric.
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Nagorno Karabaj es un territorio que habitan principalmente armenios cristianos, cuya secesión no ha sido reconocida por la comunidad internacional.
Armenia apoya política, económica y militarmente al enclave.
Azerbaiyán, un país turcófono de mayoría chií, reclama recuperar su control.
Los últimos combates entre los separatistas armenios y las fuerzas azerbaiyanas habrían provocado al menos 95 muertos, once de los cuales son civiles.
Se trata del último gran conflicto del denominado espacio postsoviético. Su explosión podría desestabilizar todo el Caúcaso Sur, una zona de tránsito para el gas y el petróleo hacia Europa.
Tanto Rusia que apoya históricamente a Armenia como Turquía, que respalda a Azerbaiyán están a la expectativa.