Ion Aliman ganó con 1.057 de los 1.600 votos de la comuna de Deveselu en las elecciones del pasado domingo a pesar de haber muerto el 17 de septiembre a la edad de 57 años.
PUBLICIDADEl domingo se eligió un alcalde en Rumania por una aplastante mayoría de votos, a pesar de haber muerto la semana anterior, víctima de la COVID-19.
Ion Aliman ganó por 1.057 de los 1.600 votos de la comuna de Deveselu, a pesar de haber muerto el 17 de septiembre a la edad de 57 años.
Las papeletas estaban impresas con su nombre antes de su muerte y no hubo tiempo de cambiarlas.
Un periodista local explicó a Euronews que la gente de la ciudad tenía un gran aprecio por Aliman, por lo que los votos eran tanto una muestra simbólica de apoyo, como un mensaje político a sus oponentes de que querían un alcalde del mismo partido.
Los miembros del consejo local nombrarán a un teniente de alcalde para que lo sustituya hasta que se celebren nuevas elecciones. El actual vicealcalde Nicolae Dobre, que es del mismo partido socialdemócrata que Aliman, planea postularse para el puesto.
Mircea Preotescu, portavoz de la Oficina Central Electoral de Rumania, explicó: "Una vez que el proceso de votación sea validado, muy probablemente hoy, la Oficina Electoral reconocerá, en base a un documento legal proporcionado por la familia, el hecho de que el ganador de las elecciones ha fallecido".
Aliman dio positivo en el test de coronavirus el 4 de septiembre y murió 13 días después en un hospital de Bucarest.
El domingo los lugareños le rindieron homenaje en su tumba, en lo que habría sido su cumpleaños.
Las elecciones locales son un aperitivo de las elecciones generales que se celebrarán en diciembre.
Unos 19 millones de votantes eligieron el domingo a los funcionarios locales, presidentes de consejos y alcaldes para ocupar más de 43.000 puestos en todo el país.