El Parlamento Europeo amenaza con bloquear el acuerdo. Un grupo de eurodiputados denuncia la persecución que sufren los pueblos indígenas de Brasil. Afirman que están siendo envenenados para expulsarlos de sus territorios.
PUBLICIDADLa selva amazónica es el triste símbolo de la deforestación. Y por lejana que parezca, la Unión Europea es responsable del 10% de esta destrucción.
La causa hay que buscarla en las importaciomes de carne, soja y maíz procedentes de Brasil.
Pero la ecología y la economía esconden otra tragedia: los crímenes cometidos contra los activistas ambientales, a menudo miembros de las comunidades indígenas.
A lo largo de 2019, treinta personas perdieron la vida, y las amenazas continúan. "Me han amenazado. Tengo amigos que están amenazados. Vivimos permanentemente en el miedo porque sabemos que no podemos contar con la protección del Estado", explica Dinamam Tuxá, activista de la organización Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil.
Nadie sabe exactamente quién está detrás de estos ataques. Pero a veces las amenazas son insidiosas. “Las poblaciones que viven cerca de las zonas de cultivo reciben pesticidas, pero en realidad son armas", afirma Michèle Rivasi, eurodiputada francesa del grupo de los Verdes. "Fumigan los pueblos con sus aviones para hacerlos morir lentamente, para que enfermen y se vayan. Es decir, no sólo usan los pesticidas para los cultivos, también los utilizan como arma para vaciar los pueblos indígenas situados en cerca de los campos”.
Para detener esta espiral, varios grupos del Parlamento Europeo están pidiendo que se no se ratifique el acuerdo comercial entre la Unión y los países Mercosur.
Un llamamiento al que se suman los pueblos indígenas, en nombre del bien común. "La comunidad internacional, incluida la europea, deben jugar un papel fundamental en la protección de los pueblos indígenas y de sus territorios porque estamos luchando para frenar el cambio climático y el calentamiento global", añade Dinamam Tuxá. "Nuestra lucha no sólo beneficia a quienes viven en estos territorios, sino a toda la humanidad ".
El acuerdo entre la Unión Europea con el Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) se cerró en 2019 tras veinte años de negociaciones, y todavía debe ser ratificado para que pueda entrar en vigor.
Países como Holanda, Austria y Francia ya han rechazado validar el acuerdo si el ejecutivo brasileño no cambia sus políticas medioambientales.