En los últimos días, Polonia ha registrado más de 13.000 casos diarios, la cifra más alta desde el comienzo de la pandemia.
PUBLICIDADChoques entre manifestantes y policías en Varsovia, en una protesta contra las restricciones ligadas a la COVID-19. Empresarios, aficionados al fútbol y negacionistas de la pandemia mostraron su rechazo a las acciones del Gobierno. Polonia se ha convertido en zona roja y se han endurecido las restricciones.
Paweł Tanajno, uno de los líderes de la protesta, dice que las nuevas restricciones son difíciles de soportar para las pequeñas empresas.
"Le dirá a sus clientes: quédense en casa, están en peligro, usen mascarillas... E__ntonces, la demanda caerá rápidamente. La situación es trágica", asegura Paweł Tanajno, empresario.
La protesta también atrajo a negacionistas y a personas que dudan de que el número de infecciones y el impacto del virus sean tan graves.
"Les pregunto a mis amigos, estos les preguntan a sus amigos si alguien está enfermo, y nadie está enfermo...", señala una manifestante.
Más de 13.000 casos diarios
En los últimos días, Polonia ha registrado más de 13.000 casos diarios, la cifra más alta desde el comienzo de la pandemia. Por ello, el Gobierno decidió implementar nuevas restricciones.
"Debido al creciente número de nuevos casos, ayer se introdujeron medidas adicionales para limitar la transmisión del virus. Se han cerrado los restaurantes, y las reuniones públicas se han limitado a cinco personas", cuenta Jan Bondar, jefe de la Inspección Sanitaria Principal.
Los expertos médicos dicen que la gente puede ayudar a frenar el número de contagios respetando las reglas.
"Lo que más nos preocupa son las entre 500 y 700 personas que van a los hospitales todos los días. Entendemos que esto es solo la punta del iceberg. Si somos tan disciplinados como en marzo y abril, en dos semanas podremos aplanar esta curva de la enfermedad, que es lo que queremos", explica Paweł Grzesiowski, médico.
Este sábado, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, se unió a los miles de positivos.
Pero pese a la preocupante situación epidemiológica en Polonia, se siguen organizado marchas de protesta contra el Gobierno. Y los manifestantes aseguran que seguirán en la calle.