Elecciones en Estados Unidos: Así es cómo pueden impactar en las vidas de los europeos

El candidato demócrata y exvicepresidente Joe Biden y el candidato republicano y presidente de EE.UU. Donald Trump.
El candidato demócrata y exvicepresidente Joe Biden y el candidato republicano y presidente de EE.UU. Donald Trump. Derechos de autor AP Photo
Por Marta Rodriguez MartinezLillo Montalto Monella
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Las políticas de Estados Unidos en los últimos cuatro años no solo han perjudicado a los bolsillos de muchos europeos de este lado del charco, sino que también han dado lugar a una lucha por la defensa de los derechos humanos.

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Donald Trump definió las elecciones presidenciales de 2020 como "las más importantes de la historia de Estados Unidos", pero su impacto también se sentirá en este lado del charco, y no solo en las esferas políticas más altas.

Las políticas de la administración de Trump en los últimos cuatro años han afectado tanto a los bolsillos como a los aspectos más íntimos de millones de europeos.

Por un lado, muchos trabajadores de la Unión Europea (UE) han sufrido pérdidas sustanciales en sus ingresos como consecuencia de la guerra comercial entre el bloque europeo y Estados Unidos.

Por otro, grupos de presión desconocidos pero con influyentes vínculos con la administración estadounidense están llevando a cabo una lucha para erosionar los derechos humanos básicos de las mujeres y las comunidades LGBT.

Los daños económicos

"Las políticas de la administración de Trump han afectado la vida de los ciudadanos europeos en diferentes dimensiones, desde los estudiantes que ahora encuentran un ambiente menos acogedor y políticas de visado más restrictivas en Estados Unidos, hasta costes más altos como resultado de los aranceles", dijo Gustavo Flores-Macias, profesor de Gobernanza de la Universidad de Cornell.

Las guerras comerciales del presidente Trump - desencadenadas por los subsidios a las grandes compañías de aviación, Boeing y Airbus - han dado lugar a nuevos aranceles de 6.900 millones de euros sobre varias mercancías clave europeas - que van desde aviones y acero hasta aceite, vino y queso.

Pero incluso cuando los países europeos "toman represalias adoptando sus propios aranceles sobre las importaciones de Estados Unidos, la capacidad de los europeos para comprar productos estadounidenses -agrícolas, bebidas, textiles, motocicletas- disminuye", añadió Flores-Macias.

Francisco Vañó es uno de los ciudadanos europeos que ha sufrido el impacto directo de la administración de Trump.

Es el director general de Castillo de Canena, un pequeño productor de aceite de oliva virgen extra de Jaén, en la región española de Andalucía. La compañía ha estado exportando a Estados Unidos durante 15 años, pero el aumento del 25 por ciento en los aranceses impuesto por la administración Trump redujo sus ganancias por cada una de las botellas de aceite producidas.

"Si uno no puede resistir la presión para reducir los márgenes y abandona un restaurante o una cadena de supermercados, alguien ocupa tu lugar y es muy difícil volver a entrar, especialmente después de todos los esfuerzos de estos años".

Según Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, la pérdida para el sector agrícola español en comparación con el mismo período del año anterior se estima en unos 200 millones de euros.

Rafael Pico Lapuente, director general de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva) estima que unas 180.000 toneladas de aceite de oliva de España no se han podido comercializar en Estados Unidos desde que entraron en vigor los aranceles.

Los productores más afectados son los pequeños, ya que las grandes empresas han evitado la penalización estadounidense al abastecerse en otros países, como Portugal, Marruecos o Túnez.

"Es especialmente injusto porque es una pelea entre dos grandes corporaciones y nosotros lo estamos pagando, los pequeños y medianos productores de aceite, vino y queso", dijo Vañó.

"Con estos impuestos del 25 por ciento, Donald Trump ha creado un diferencial de precio en nuestros vinos, que es considerable, especialmente con estas difíciles condiciones de crisis sanitaria", Aubert Lefas, un viticultor de Pommard, un pueblo en el corazón de los viñedos de Borgoña, dijo.

En una de las tres regiones productoras de vino más famosas de Francia, los viticultores creen que el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos podría tener un impacto decisivo en sus vidas.

Estados Unidos es el principal mercado de exportación de Lefas. Pero los aranceles de Trump han provocado que las ventas a Estados Unidos caigan en picado una quinta parte en el último año.

"A título personal, me alegrará que se elija a un demócrata porque corresponde mejor con la forma de vida francesa, con la forma en que trabajamos. Pero no estoy del todo seguro de que el simple hecho de que haya un cambio de presidente cambie el sistema fiscal ", prosiguió.

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Vañó, el productor de aceite español coincidió: "No creo que sean los aranceles de Trump, creo que son los aranceles de Estados Unidos".

Durante la campaña electoral no quedó claro si el candidato demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, pondrá fin a la guerra comercial con el Viejo Continente.

Los daños humanos

Al igual que en el caso de los viticultores franceses y los productores de aceite de oliva españoles, al profesor William Lucas Scott, de Estudios Americanos de la Universidad de Birmingham, le resulta difícil establecer un vínculo claro entre las políticas de Trump y sus impactos en la vida cotidiana de los europeos, incluso si cree que hay uno.

"Hemos superado el punto, si es que hubo uno, de 'seguir el camino de Estados Unidos'. Pero creo que Trump ha herido profundamente a Europa y a la comunidad internacional, al igual que ha dañado el sistema estadounidense [...] también abandonando toda defensa de los derechos humanos ".

Una investigación de OpenDemocracy halló que los grupos de derecha cristiana de Estados Unidos, vinculados a la administración Trump, han invertido al menos 88 millones de dólares (75 millones de euros) en impulsar los derechos anti-LGBT y anti-aborto en Europa desde 2007, con más de un tercio desde 2015.

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En octubre, el tribunal constitucional de Polonia dictaminó que la interrupción del embarazo por malformación es inconstitucional, lo que suponía la mayor parte de los abortos legales hasta entonces.

Detrás de este fallo se vislumbra la sombra de uno de estos grupos ultraconservadores, agrupados en el Centro Europeo por el Derecho y la Justicia (ECLJ). Esta organización presentó argumentos a favor de las nuevas restricciones al aborto en Polonia.

El ECLJ está dirigido por el abogado personal de Trump, Jay Sekulow, y trabaja en estrecho contacto con otro grupo conservador, Alianza en defensa de la libertad (ADF), clasificado como grupo que incita al odio en Estados Unidos.

"Son abogados. Lo que tanto ECLJ como ADF hacen en Europa es esencialmente buscar casos como el polaco para sacar adelante sus habilidades estratégicas en litigios, con el objetivo de erosionar los derechos de las mujeres y LGBT", explicó Neil Datta, secretario de la Unión Europea Foro parlamentario de derechos sexuales y reproductivos.

"Su arma principal es el argumento de la libertad religiosa: no dicen que están en contra de los derechos LGBT, sino que están a favor de la libertad religiosa", agregó.

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Mientras que en nuestra orilla del Atlántico, los temas sociales como los anticonceptivos, el aborto y los derechos LGBT son resultado de la legislación estatal, en Estados Unidos todos los avances en estos campos se batallan desde la Corte Suprema.

"Estos grupos tienen cinco décadas más de experiencia para impugnar cuestiones sociales ante los tribunales, mientras que en Europa no tenemos esa tradición y ese conjunto de habilidades", señaló Datta.

Pero Polonia, donde estos grupos han apoyado públicamente al Gobierno contra la Comisión Europea en su disputa en curso sobre las zonas "libres de ideología LGBT", no está sola.

En Rumanía, argumentaron que el término "cónyuge" a los efectos de otorgar derechos de residencia a ciudadanos no comunitarios no debería incluir a las parejas del mismo sexo casadas en el extranjero. En Francia, presentaron escritos de oposición a los derechos de los transexuales. En la región de los Balcanes, presentaron informes instando a Bosnia y Herzegovina a endurecer aún más sus ya restrictivas leyes sobre el aborto. En Austria e Italia, se opusieron en casos judiciales a la adopción y matrimonios entre personas del mismo sexo.

Open Democracy ha compartido con Euronews estos ejemplos de casos judiciales en los que participaron activamente el ECLJ y la ADF.

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A veces, ECLJ y ADF ganan en los tribunales, a veces pierden. En una ocasión, por ejemplo, el ECLJ lamentó la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de no tomar el caso de dos suecas que deseaban llevar a Suecia a los tribunales por negarles trabajos como comadronas. Las dos mujeres se negaban a realizar abortos por motivos religiosos.

Sin embargo, los críticos argumentan que su objetivo real es establecerse como socios institucionales y crear un cuerpo legal al que se pueda hacer referencia cuando se argumenten casos similares tanto en Europa como en Estados Unidos.

Así como ECLJ está directamente vinculado a Trump a través de su abogado personal, el nuevo CEO de ADF fue invitado a la Casa Blanca para conmemorar la nominación de Amy Coney Barret a la Corte Suprema de Estados Unidos.

La portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Kerri Kupec, ha pertenecido a ADF desde 2014.

Recientemente, el grupo celebró la propuesta de nombrar un lago compartido entre Serbia y Kosovo en honor al presidente Trump.

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Lobistas en las salas del poder de la UE

Como confirma Datta, el ECLJ es muy activo en el Consejo de Europa, la principal organización de derechos humanos del continente. En cuanto a ADF, según los registros de la UE, tiene siete lobistas en Bruselas y gasta hasta 300.000 euros al año en su actividad como grupo de presión allí.

Otra poderosa organización vinculada a la administración de Trump es el Leadership Institute, que se especializa en capacitar a políticos de derecha y ultraconservadores no solo en Estados Unidos, sino también en Europa. El vicepresidente Mike Pence fue uno de sus alumno.

"Las personas que forman en Europa tienden a ser anti-género, anti-aborto y anti-LGBT. Los entrenan para recaudar fondos e influir en el proceso político", dijo Datta a Euronews.

Como Trump no es conocido por ser un hombre particularmente devoto, es Pence quien atrae los votos de los sectores marginales más conservadores de la sociedad estadounidense.

La mayoría de los eurodiputados no saben quién está detrás de estos grupos ultraconservadores.

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"Siento la influencia [de estos grupos ultraconservadores] de una manera bastante directa. Tienen una superinfluencia en el bloqueo de la directiva contra la discriminación durante 11 años. Nunca se puede demostrar que existe un vínculo directo, ya que usan muchos canales, muchas formas diferentes de influir en los procesos de toma de decisiones ", dijo Sophie In 't Veld, una eurodiputada liberal holandesa.

"Durante muchos años hemos sido testigos de su actividad en el Parlamento Europeo: influyen en el trabajo de las comisiones, organizan eventos e invitan a diputados al Parlamento Europeo. El problema es que los nombres de estas organizaciones suenan realmente inocentes: tienen mundos como la dignidad, la familia , libertad ... y la mayoría de los eurodiputados no saben quién está detrás de ellos.

"Es una red muy unida: no reflejan la opinión de la mayoría de la población, pero son muy efectivos para transmitir sus opiniones", agregó.

ECLJ no respondió a la solicitud de comentarios de Euronews. ADF International escribió que "brindan servicios legales gratuitos para la protección de los derechos fundamentales en todo el mundo, incluido el derecho a la libertad religiosa, la libertad de expresión y la santidad de la vida", y acusó a OpenDemocracy de lanzar "lo que no es nada más que una campaña de desprestigio".

Massimo Teodori, exsenador italiano, historiador y experto de la política estadounidense, reconoce que "Trump ha fortalecido la política expansiva de los populistas antieuropeos y antiinmigrantes y la agenda de los hostiles a la sociedad multiétnica y multirreligiosa".

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"No es casualidad que el partido de la Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia, liderado por Giorgia Meloni, se apresurara a forjar vínculos y alianzas con Steve Bannon [...] convirtiéndose en parte del movimiento internacional que creó junto con grupos de ultraderecha de diferentes países europeos", dijo.

Según Teodori, la política de Trump reforzó las simpatías hacia las "democracias antiliberales" de (Vladímir de Rusia) Putin, (Viktor de Hungría) Orban y Polonia; la hostilidad hacia la iglesia del Papa Francisco y, de manera más general, la desconfianza hacia los derechos civiles LGBT".

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