En plena segunda ola de COVID-19, el negocio de las cuidadoras a domicilio gana adeptos frente a las residencias para las personas de la tercera edad
PUBLICIDADA sus 67 años, Denise tiene una vida muy activa. A pesar de las secuelas que le han quedado tras varios accidentes, mantiene la ilusión por los viajes, el arte o las manualidades. Aunque ha llegado a la conclusión de que es preferible tener a alguien cerca y así lo explica: “Definitivamente, después de una cierta edad tú comienzas a no ver bien, a no concentrarte, y resuelves que necesitas a alguien que te esté cuidando permanentemente."
El negocio de los cuidadores a domicilio ha tenido en España un enorme crecimiento durante la pandemia. Las más de 21.000 muertos en residencias por coronavirus, más del 60% del total según cifras oficiales, son la causa principal. Además, existen factores personales.
"No iría nunca a una residencia"
Denise enumera las ventajas de este sistema. “Estoy en mi casa, tengo mis recuerdos, cada cosa que me rodea me recuerda un momento de mi vida. Y no lo quisiera perder, por nada del mundo. No iría nunca a una residencia.”
Desde hace tres años, Cristina es el principal apoyo de Denise. Se encarga de que tome sus medicinas, de que tenga todo lo necesario a su alcance y de sus ejercicios de fisioterapia. Ella también prefiere trabajar en este entorno. “Aquí es el trato más familiar, de más confianza, y en una residencia me parece un poco más frio.”
Los cálculos de las empresas que facilitan cuidadores a familias cifran entre el 20% y el 40% el aumento de la demanda. En algunos casos, la facturación está llegando al doble que en años previos. Pero además, la pandemia está cambiando el modo de afrontar este trabajo. Claudia Gómez, fundadora y CEO de 'Senniors' señala los cambios. "Creo que es fundamental poner en contacto a la familia, que la familia sepa en todo momento lo que está pasando, poner a la persona mayor en el centro y cuidar la parte emocional.”
Más del 80% de los españoles prefiere envejecer en sus casas
Además de la mala gestión de muchas residencias durante la pandemia, hay otro dato que avala las buenas perspectivas para la actividad de los cuidadores a domicilio. Más del 80% de los españoles prefiere envejecer en sus casas.