Caceroladas en Berlín contra los negacionistas de la COVID-19. Desesperación en el sector del espectáculo. Católicos al borde de
Cacerolada en Berlín contra la marcha silenciosa organizada por los escépticos del coronavirus. Negacionistas y antivacunas rechazan las restricciones impuestas por el Gobierno tras la segunda ola de contagios de COVID-19 que atraviesa el país que ha contabilizado más 15.700 nuevos casos en un día, muchos menos de los 23.600 del pasado viernes.
En Portugal, cientos de trabajadores del espectáculo se manifestaron en Lisboa, en una protesta que advierte de la dramática situación de miles de técnicos y artistas que han perdido el trabajo durante la pandemia. Hablan de una "muerte segura" del sector si no se hace nada. El país ha registrado unos 6.470 casos en 24 horas.
"Las líneas de crédito anunciadas por el gobierno no están ayudando mucho. Cuando ocurre una desgracia en la pesca, la agricultura, la banca, incluso en los bancos privados, o en la aerolínea TAP, el gobierno los rescata, por lo que creo que deben salvar a la cultura también", decía Sandra Farinha, Asociación para la promoción de espectáculos, festivales y eventos.
Mientras en Francia, centenares católicos se manifestaron en varias ciudades como París o Burdeos.
Llevan tres semanas sin ir a misa y esperan ansiosos el fin del confinamiento previsto inicialmente el 1 de diciembre.
"Estaremos aquí hasta que logremos lo que pedimos. No es una cabezonería de los domingos, es un movimiento del conjunto de los católicos de Burdeos y de Francia que quieren de todo corazón recobrar la misa y la eucaristía", decía Elisabeth Blanchet, joven bordelense católica frente a la catedral de Saint-André, donde se congregaron, rosario en mano, centenares de católicos.
Manifestaciones como esta han sido prohibidas en otras localidades, cuando el país ha registrado cerca de 18.000 nuevos casos en un día.