La monarquía es históricamente en Tailandia una institución intocable. Miles de jóvenes consideran necesario reducir sus poderes.
Continúan en Tailandia las manifestaciones prodemocráticas. Miles de jóvenes salieron un día más a las calles de la capital, Bangkok, exigiendo la dimisión del primer ministro Prayut Chan-o-cha y la instauración de una constitución más democrática que limite mucho más los actuales poderes de los goza la monarquía en este país.
"Contamos con muchos jóvenes de 18, 19, 20 años de edad", decía el líder de la protesta, Anon Nampa. "Y en cinco años, estos chicos podrán solicitar un puesto de diputado, y cuando llegue ese día el Parlamento estará lleno de una nueva generación de chicos progresistas".
Tanto por ley como por tradición, la monarquía ha sido siempre una institución prácticamente intocable en Tailandia, defendida por el ejército y considerada por muchos la base de la identidad nacional.
Hasta tal punto que esta semana el Gobierno acusaba del delito de "lesa majestad" a los principales líderes de las protestas contra el rey Maha Vajiralongkorn. Las penas por este delito pueden acarrerar hasta 15 años de cárcel.
Las autoridades tailandesas intensificaron la semana pasada su batalla legal contra estos líderes, acusando a 12 de ellos de violar la ley al haber difamado contra la monarquía. El delito de "lesa majestad" no se empleaba en Tailandia desde hacía tres años.