No hubo desfile, pero sí un montón de regalos. Guiados por la Fundación Madrina, una ONG que se ha volcado en ayudar a las víctimas económicas de la pandemia, los Reyes Magos han visitado barrios desfavorecidos de la capital para llevar un poco de ilusión a los más pequeños...
PUBLICIDADNo hubo desfile, pero sí un montón de regalos. Guiados por la Fundación Madrina, una ONG que se ha volcado en ayudar a las víctimas económicas de la pandemia, los Reyes Magos han visitado barrios desfavorecidos de la capital para llevar un poco de ilusión a los más pequeños.
En la Plaza de San Amaro, en el centro de la ciudad, Pedro y Dylan Salazar guardaron cola durante horas para recibir sus regalos. Pedro se quedó contento: "Han venido los reyes magos, nos han dado regalos. Nos lo hemos pasado muy bien", aseguraba. Pero el pequeño Dylan tenía un deseo más, una petición sobre la pandemia que seguro que comparten todos los españoles: "Queremos que se termine", acertó a decir tras muchos titubeos.
También quieren que se acabe todo esto los niños de la Cañada Real, un poblado chabolista situado en la periferia de Madrid en el que viven unas 800 familias. La presencia de los Reyes Magos era tan esperada por los pequeños como la de periodistas y cámaras de televisión por sus padres. Mientras los niños hablaban con los primeros, algunos adultos manifestaban su profundo malestar a los segundos. Llevan tres meses sin suministro eléctrico:
"Queremos que nos pongan la luz", decía una mujer con un bebé en brazos. "Porque no tenemos calefacción y estamos muy mal sin luz. Encima, noche de reyes y sin luz. Los niños van a ir a oscuras por los regalos", lamentaba.
Los vecinos niegan que el corte de luz tenga nada que ver con la sobrecarga eléctrica que ocasionan las plantaciones de marihuana que hay en un sector del poblado. Ahora afrontan temperaturas bajo cero sin electricidad ni agua caliente ,e incluso la ONU ha intercedido por ellos ante el Gobierno español, que no se ha dado por aludido.