Centenares de migrantes esperan bajo la nieve un techo donde cobijarse en el campo de Lipa, en Bosnia Herzegovina.
PUBLICIDADLlueve sobre mojado para las 1.300 personas que malviven a la espera de un techo donde cobijarse en el campo de refugiados de Lipa, en Bosnia Herzegovina.
La mayoría, que provienen de Pakistán y Afganistán, aguardan una oportunidad para cruzar la frontera croata y entrar en la Unión Europea (UE).
Sus instalaciones fueron destruidas por un incendio a finales de diciembre, tras la retirada de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), encargada del recinto.
"Hace mucho frío aquí, nieva. Tenemos muchos problemas aquí en el campo de Lipa", explica Mohamed Jaser, migrante pakistaní.
"Por favor ayúdennos, estamos en unas condiciones, muy, muy malas", comenta su compatriota Muhammad Afsal.
La Cruz Roja distribuye víveres mientras que el Ejército bosnio instala alojamientos provisionales en un bosque cercano.
El Ayuntamiento de Bihac, localidad en la que se encuentra el campo de Lipa, acusa a la Organización Internacional de Migraciones (OIM) de haber provocado "una crisis humanitaria" con su retirada.
La Unión Europea (UE) ha entregado unos 90 millones de euros en los dos últimos años a Bosnia Herzegovina para la gestión de la crisis migratoria.