Previstas inicialmente para el 14 de febrero, la situación sanitaria hacía muy complicado mantener esa fecha. Los socialistas catalanes se oponen a esa fecha y podrían recurrir la decisión; proponían el 14 y el 21 de marzo.
Los catalanes acudirán a las urnas el próximo 30 de mayo para renovar el Parlamento, en lugar del 14 de febrero, como estaba previsto, debido a la pandemia.
Así lo han decidido el Gobierno catalán y los partidos. Todos, excepto el PSC, que abogaba por el 14 o el 21 de marzo. El Govern teme que pueda recurrir la decisión.
Los socialistas catalanes no están contentos con el anuncio del Govern de que este cambio conlleve también que se puedan presentar nuevas candidaturas y coaliciones.
Miquel Iceta, primer secretario del PSC, ha asegurado que sean en febrero o en mayo, su candidato ganará las elecciones. Salvador Illa, actual ministro de Sanidad y candidato a presidir la Generalitat, ha dado alas al PSC, que ha pasado en los sondeos de los 25 a los 30 escaños.
El bloque independentista llega dividido: por un lado Esquerra Republicana de Catalunya, con el actual vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, como cabeza de lista; por otro, Junts per Catalunya, con la diputada Laura Borràs, al frente.
Estos tres partidos estarían en un empate técnico, según el promedio de recientes encuestas.