La compañía británica de bajo coste perdió en el último trimestre del año un 87% de pasajeros. Y Wizz Air, con base en Hungría, un 77%.
Uno de los sectores más golpeados por la pandemia es el de las compañías aéreas, que han registrado otro trimestre desastroso.
Los ingresos de EasyJet de octubre a diciembre se han desplomado un 88% coincidiendo con la segunda ola de COVID en Europa, que ha llevado a nuevos confinamientos y restricciones en los viajes.
El número de pasajeros cayó un 87% es decir, unos 2,8 millones viajeros menos.
La aerolínea británica de bajo coste ha confirmado además la supresión de 1400 empleos para reducir costes. Y operará solo un 10% de los vuelos de enero a marzo.
Wizz Air se prepara para tiempos mejores
En Wizz Air el descenso de viajeros fue del 77% para el mismo período.
Mientras la mayoría de las compañías han reducido flotas y rutas, Wizz, con base en Hungría, ha hecho lo contrario, añadiendo nuevas bases y aviones en un intento de captar más cuota en el mercado pospandémico.
Wizz Air espera remontar vuelo el próximo verano, y asegura poder preparar todas sus rutas de sol y playa en solo tres semanas.
Pero por ahora, las esperanzas surgidas a raíz del comienzo de la vacunación en el continente se están viendo frustradas por las nuevas limitaciones impuestas ante una tercera ola más agresiva por las nuevas cepas de coronavirus.