Ante el aumento de ingresos en UCIS por COVID-19, el primer ministro Kyriakos Mitsotakis ha anunciado un nuevo encierro semanas después de la última reapertura. Aumenta la preocupación y el hartazgo entre la población.
El primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis ha anunciado otro estricto confinamiento hasta finales de mes en Atenas y la región de Ática. El incremento de hospitalizaciones por COVID-19 en estas zonas ha disparado las alarmas en el Gobierno.
Cada día se producen quince nuevos ingresos en las UCIS, que registran ya un 70% de ocupación.
"Desde el jueves hasta el 28 de febrero aumentarán las medidas restrictivas en Ática", decía Mitsotakis. "Cerrará el comercio minorista y a partir de ahora todos los niveles educativos funcionarán en remoto. La experiencia de la primera ola de la pandemia y del confinamiento posterior a las vacaciones de Navidad muestran que cuanto antes se implementen las restricciones antes serán levantadas".
La desesperación de los comerciantes
El nuevo confinamiento causa ira y frustración entre los empresarios de la capital griega.
Dimitra Syrigou había reabierto su tienda de ropa hace unas pocas semanas y ahora se ve obligada a cerrar otra vez. Se queja de que nadie se preocupa por sus problemas. Y de que tanto ella como su familia se sienten totalmente indefensos.
"Todo el mercado se ha visto afectado de forma trágica. El Estado no nos ha ofrecido ninguna ayuda sustancial. Y ahora nos cierran otra vez. ¿Qué podemos hacer? Realmente nada... Simplemente nos quedaremos encerrados en nuestras casas. Me pregunto si podremos superar esta situación. Veremos si nuestros negocios serán los próximos en cerrar definitivamente".
Hartazgo y preocupación
Encontramos esta sensación amarga por todo Atenas. La gente cree que se han cometido errores en la gestión de la pandemia. Muchos temen perder sus empleos en este volver a empezar con las restricciones.
"Esto es realmente difícil. Todos hemos estado sometidos a mucha presión durante mucho tiempo. Nos quedaremos en casa, no tenemos otra opción. De todas formas, creo que estas medidas deberían haberse tomado antes, inmediatamente después del verano para evitar esta situación", comenta una mujer.
"Vemos cómo se repite una y otra vez el mismo escenario de medidas estrictas y la gente se está cansando. Por supuesto, estamos preocupados por el trabajo. Todos vemos que la economía va de mal en peor", se lamenta un joven.
"Después de casi un año, se vuelven a imponer restricciones a los atenienses. La paciencia de los ciudadanos se está agotando al darse cuenta de que la pandemia es un adversidad que aún va a durar mucho más tiempo", asegura el reportero de Euronews Apostolos Staikos.