Han sido los primeros pasos en libertad tras un largo encierro. Un nutrido grupo de ancianos de varias residencias madrileñas que ya han sido vacunados contra la COVID-19 hicieron el miércoles su primera salida desde que comenzó la pandemia. Fueron llevados al centro de la capital de España...
PUBLICIDADHan sido los primeros pasos en libertad tras un largo encierro. Un nutrido grupo de ancianos que ya han sido vacunados contra la COVID-19 hicieron el miércoles su primera salida desde que comenzó la pandemia. Salieron de media docena de residencia y fueron llevados al centro de la capital de España en varias furgonetas. Tras bajarse en su destino, caminaron lentamente, pero sin miedo. Algunos con orgullo, como Milagros Fernández, de 98 años, que superó la enfermedad:
"Ay hija mía, llevo tanto tiempo sin pasar por la Gran Vía. Pero bueno. La Gran Vía me gusta. Es madrileña y soy madrileña", contaba.
En la Gran Vía asistieron a un espectáculo teatral gratuito. Les acompañaron 50 cuidadores y enfermeros también inmunizados. Juntos han vivido la peor de las pesadillas. Han sido meses muy duros en los que hubo seres queridos, amigos y colegas que se quedaron en el camino. Por eso, el humorista Santi Rodríguez quiso devolverles la sonrisa nada más tomar asiento. Fueron treinta intensos minutos de risas y aplausos que supieron a gloria:
"Nos ha dado muchísima alegría y nos ha dado vida, nos ha dado más vida. Muy bien, muy bien, muy bien", insistía Rosa Sánchez, de 90 años.
"Bien, una sensación de libertad, claro", afirmaba Concha Martínez, de la misma edad.
La salida fue lenta: edad obliga. Terminó la obra teatral, pero seguía abierto de par en par el telón del espectáculo de la vida.