"Estamos convencidos de que es necesaria una cumbre para hacer avanzar las cosas", declaró Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores ucraniano.
En víspera de que se cumplan siete años de la anexión de Crimea a Rusia, decenas de personas conmemoraron el Día de la Resistencia a la Ocupación en los límites de la frontera entre Ucrania y la península.
Izaron la bandera ucraniana acompañada de la bandera de los tártaros de Crimea como recordatorio que para ellos Crimea no pertenece a Rusia.
Una afirmación repetida por una gran parte de la comunidad internacional. El presidente Joe Biden es tajante y asegura que "nunca" reconocerá la anexión puesto que, para los ojos de Estados Unidos, "Crimea es de Ucrania", declaró a través de un comunicado.
Por su parte, el Gobierno ucraniano convoca una cumbre internacional con Rusia y otros países para retomar las conversaciones sobre el conflicto entre Kiev y Moscú en la región del Donbás.
"Estamos convencidos de que es necesaria una cumbre para hacer avanzar las cosas", declaró Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores ucraniano.
La Unión Europea ha condenado la anexión de Crimea, países como Francia han decidido mostrar su rechazo de forma individual.
"Francia no reconoce ni reconocerá esta anexión y apoyamos enteramente la soberanía y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas", señaló el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó el miércoles a los servicios de inteligencia redoblar sus esfuerzos para hacer frente a lo que describió como intentos occidentales de desestabilizar el país.
Desde 2014 reina una tensa calma entre Ucrania y Rusia debido a la crisis en el Donbás. Una región fuertemente militarizada y con repentinos enfrentamientos armados.
El 16 de marzo de ese año los crimeos celebraron un referéndum en el que más del 95 % de los habitantes de la región, entonces bajo control formal de Ucrania, se manifestó a favor de romper lazos con Kiev.
Dos días después el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y los líderes de Crimea y del estratégico puerto de Sebastópol firmaron en el Kremlin los tratados de incorporación de esos territorios en la Federación Rusa.