Irak se queda sin cristianos

Jubilados en un bar de Tellesquf (Irak)
Jubilados en un bar de Tellesquf (Irak) Derechos de autor AP (captura de pantalla)
Derechos de autor AP (captura de pantalla)
Por Ana Buil Demur con AP, AFP
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El éxodo masivo comenzó con la invasión de EE.UU., en 2003, después siguieron las luchas sectarias, entre 2009 y 2010, las revoluciones árabes, en 2011, y la llegada de los yihadistas del Dáesh, en 2014.

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El éxodo de los cristianos de Irak no comenzó con el Dáesh, sino hace casi dos décadas con la invasión estadounidense, en 2003. El conflicto sectario iraquí, entre 2009 y 2010, y las revueltas árabes de 2011, con la exacerbación de los radicalismos, llevó a muchos cristianos a huir.

Estamos en la localidad de Tellesquf, cerca de Mosul, en la provincia de Nínive, considerada la patria de los cristianos en Irak. Aquí, la mayor parte de la población son ancianos. Los jóvenes se fueron en busca de oportunidades. Como explica Majid Ilyana, director de escuela jubilado de Tellesquf, la llegada de los yihadistas en 2014 fue un punto de inflexión.

"Cuando ocurrieron los incidentes del Dáesh (grupo Estado Islámico), toda la gente se fue y había unas 1.270 familias viviendo en el pueblo".

Ahora residen aquí 800 familias. Tellesquf fue abandonada hasta mediados de 2017. Pese a los esfuerzos de reconstrucción y la paz relativa, la mayoría de los que se fueron no han vuelto.

"La razón por la que la gente emigró es el coste de la vida. Para que un joven se quede, debe haber oportunidades de trabajo, para poder ganarse la vida. Y aquí no las hay", asegura Majid Ilyana.

La misma situación en Ankawa, en la provincia de Erbil, en el Kurdistán iraquí, con la comunidad cristiana diezmada por la violencia y el miedo. Haval Emmanuel, cristiano caldeo, cuenta que él y su familia dejaron Bagdad en 2004, tras recibir amenazas de bomba en la escuela de sus hijas:

"Con la situación que había, con las tiendas de alcohol siendo atacadas, y también las iglesias, decidimos irnos". Aquí "No hay trabajo, no hay salarios adecuados", lamenta_._

Entre los cristianos que se marcharon de Irak, casi medio millón se reasentó en Estados Unidos. Otros terminaron dispersos en Canadá, Australia, Suecia, Noruega y otros países de Europa.

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