Bulgaria lleva años sufriendo la falta de personal médico. Durante la pandemia de COVID-19, los hospitales han contratado a estudiantes de medicina para cubrir puestos clave, ya que su número de hospitalizaciones está alcanzando máximos históricos.
PUBLICIDADBulgaria lleva años sufriendo la falta de personal médico. Durante la pandemia de COVID-19, los hospitales han contratado a estudiantes de medicina para cubrir puestos clave, ya que su número de hospitalizaciones está alcanzando máximos históricos.
La tercera ola de coronavirus vuelve a poner a prueba el sistema sanitario de Bulgaria. El principal problema es la falta de personal médico. El hospital Pirogov de Sofía es uno de los más grandes del país. Ha estado al frente de la batalla contra la pandemia desde el primer día.
"Los estudiantes de medicina han intervenido durante la primera y la segunda ola de la pandemia y han trabajado en los espacios destinados al virus de todo el país", declara el corresponsal de Euronews en Bulgaria, Damian Vodénitcharov.
Emilia Grigorova llevaba un año trabajando cuando llegó la pandemia. Como estudiante de quinto año de medicina, aún no ha elegido una especialidad. Por ahora, se inclina por la cirugía plástica y reconstructiva. Ser voluntaria en el departamento destinado al coronavirus no fue una decisión fácil para ella. Se decidió, después de contraer la enfermedad. Ahora prepara y administra medicamentos a los pacientes.
"Empecé a trabajar en los espacios de COVID-19 en enero. Ahora, he vuelto, debido a la tercera ola de marzo. En este momento hay una gran necesidad de personal médico. Era evidente que las personas que trabajaban en este servicio estaban agotadas, estaban al límite. Por eso estoy aquí", afirma Emilia Grigorova, estudiante de quinto año de medicina.
Este, es un trabajo difícil por lo imprevisible de la enfermedad.
"Es duro ver que un paciente que estaba bien hace dos días, de repente, empeora. Entonces te das cuenta de que esa persona podría no sobrevivir. O, que podría sobrevivir con graves complicaciones. Esa es la parte más dura", ayuda Emilia Grigorova.
A pesar de la grave escasez de personal, ahora hay muchos más estudiantes de medicina. Su número se ha duplicado en los últimos siete años hasta superar los 12 000 estudiantes en 2020. Sin embargo, pocos de ellos elegirán quedarse en Bulgaria. Y no es solamente por una cuestión de dinero.
"Cada vez hay más estudiantes extranjeros que prefieren volver a sus países de origen, probablemente, por la barrera del idioma. Una gran parte de los estudiantes búlgaros también prefiere salir del país. Es mucho más fácil empezar la formación de residencia en el extranjero y los criterios son mucho más claros", explica Theodora Delcheva, vicepresidenta de la Asociación de Estudiantes de Medicina.
Entre quinientos y mil médicos abandonan Bulgaria cada año. Se han puesto en marcha nuevos programas gubernamentales para atraer a jóvenes doctores. A cambio de las becas, los estudiantes de medicina tendrían que trabajar en Bulgaria durante 3 años. Mientras tanto, las tasas universitarias para medicina se han disparado. Los estudios en algunas facultades cuestan más de 5 000 euros al año.