Elecciones en Ecuador | El correísta Andrés Arauz y el liberal Guillermo Lasso han celebrado sus últimos actos de campaña antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que tendrá lugar el próximo domingo
PUBLICIDADEn Ecuador, el izquierdista Andrés Arauz y el liberal Guillermo Lasso han jugado sus últimas bazas antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebrará el próximo domingo.
Arauz rinde homenaje a la Revolución Ciudadana de Correa
Arauz cerró este miércoles su campaña en Guayaquil, la ciudad más poblada del país, donde evocó la Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa, de quien es delfín político.
"Nadie podrá ignorar ese legado histórico que nos dejó la Revolución Ciudadana para todo el Ecuador, la historia ya registra ese legado, la historia ya se pronunció sobre esa labor y ahora este domingo 11 de abril la historia nuevamente hablará, nuevamente se pronunciará", dijo en su último mitin.
Arauz, de 36 años, aspira a ser el jefe de Estado más joven de América Latina. En la primera vuelta, se impuso con claridad a sus rivales, pero no con votos suficientes para evitar una nueva ronda electoral. Los pronósticos de cara a esta segunda vuelta son mucho más ajustados.
Lasso llama a la unidad y el cambio para 'hundir un pasado injusto'
El otro candidato es el exbanquero conservador Guillermo Lasso, que cerró este miércoles su campaña en la sierra andina del país con un llamamiento a la unidad nacional y al cambio, tras una década de gobiernos asociados a Rafael Correa.
Lasso también habló de la severa crisis económica que golpea a Ecuador, agravada por la pandemia de coronavirus.
"En esta última semana les pido con humildad y de todo corazón que concurramos el domingo 11 de abril a las urnas para hundir con nuestros votos un pasado injusto que nos ha llevado a una pobreza que no merecemos -dijo Lasso-. Nuestro país vive la mayor crisis de su historia, una crisis sanitaria, una crisis económica, una crisis de valores que afecta de manera grave a la vida de todos los ecuatorianos".
Uno de los objetivos de ambos candidatos es convencer al 29% de votantes que la semana pasada aún estaban indecisos y cuyo voto podría ser determinante. Unos trece millones de ecuatorianos están llamados a las urnas para elegir al nuevo presidente, que sucederá al actual mandatario Lenín Moreno.