Los viticultores calculan que han perdido entre el 80% y el 90% de la cosecha del año
Miles de hectáreas de cosechas perdidas por la ola de frío. Agricultores franceses como Pauline han sufrido unas inusuales heladas en primavera que han aniquilado sus cultivos de peras y cerezas.
Tal vez se salven las manzanas, pero tendrá que esperar al menos tres semanas para ver si los árboles florecidos acaban dando fruto. Mientras tanto, ya empiezan a cuantificar las pérdidas.
"Estaban en plena floración, lo que significa que todos los racimos y las flores estaban abiertos y sufrieron todo el frío que tuvimos en la noche del lunes. El resultado es que todos los órganos dentro de la flor se han quemado. Así que no somos muy optimistas de cara al futuro", lamenta Pauline.
Los peores daños en décadas
Las temperaturas de hasta 6 grados bajo cero podrían causar los peores daños en décadas. La última semana de heladas ha puesto en peligro también los viñedos de algunas de las regiones vinícolas más prestigiosas de Francia.
El Gobierno ha declarado el estado de calamidad agrícola, un paquete de rescate para paliar los daños. "Necesitamos una movilización total, una movilización total para apoyar a los viticultores, a los arboricultores y a los agricultores que han sufrido estos daños lo más rápidamente posible", ha dicho el ministro de Agricultura de Francia Julien Denormandie.
"La movilización total es, en primer lugar, la movilización del Estado. Hemos puesto en marcha el plan de catástrofes agrícolas que nos permite prestar apoyo financiero, especialmente en el sector de la arboricultura".
Los viticultores calculan que han perdido entre el 80% y el 90% de la cosecha del año. Los afectados temen que las ayudas no sean suficientes y piden un plan de rescate más ambicioso ante la nueva ola de frio anunciada para la próxima semana.