La ceremonia estára marcada por la pandemia y por el guión militar que elaboró el propio príncipe Felipe en vida.
PUBLICIDADWindsor se prepara para el funeral del príncipe Felipe que estára determinado por la pandemia y el guión militar ideado en vida por el propio esposo de la reina.
Últimos preparativos para el funeral del esposo de la reina Isabel II que se ceñirá al guión militar que ideó en vida el príncipe Felipe. El vehículo que llevará el féretro será un Land Rover especialmente seleccionado.
Debido a la pandemia habrá solo 30 invitados
También los invitados -el reducido grupo de apenas 30 personas, seleccionadas de la lista original de los 800 que hubieran asistido en un mundo sin pandemia-, o las representaciones militares, responden al patrón que el propio duque solicitó para su despedida.
Un elemento con el que tal vez no contaba, según los medios, será el atuendo civil -y no el uniforme militar, como es tradición en funerales reales- que llevarán los invitados. Los varones podrán ponerse un abrigo de luto con sus medallas y las mujeres, vestido de día.
Esa decisión fue adoptada, al parecer, por la reina a fin de evitar que tanto su nieto, el príncipe Enrique, y su hijo menor, Andrés, queden excluidos de la etiqueta protocolaria.
Estarán los familiares y amigos más íntimos. El primer ministro británico ya ha comunicado que dejará su sitio en la ceremonia a algún familiar. Todos llevarán mascarillas y mantendrán la distancia de seguridad. Además no habrá grandes aglomeraciones de decenas de miles de personas en los alrededores como hubiera ocurrido en otras ocasiones y todo será televisado para que cualquiera lo pueda ver desde casa.
Distancia entre los jóvenes príncipes
Aunque se trata de la despedida del Duque, inevitablemente se centrará la atención en el drama que envuelve a los miembros más jóvenes de la realeza. El Príncipe Harry ha volado de vuelta al Reino Unido para el funeral de su abuelo. Caminará en la procesión, pero no directamente al lado de su hermano el Príncipe Guillermo, como habría ocurrido en el pasado.
Su primo Peter Philips, hijo de la princesa Ana y el capitán Mark Philips, se situará en medio de ambos hermanos.
Tampoco se sentarán uno al lado del otro en la capilla. Algunos habían pensado que esto podría ser una oportunidad para curar las divisiones después de que el Duque de Sussex renunciara a sus obligaciones reales, pero la disposición de los asientos no está prevista para ello.
Desde el palacio de Buckingham, la residencia oficial de Isabel II en Londres, no se ha hecho ningún comentario acerca de esa decisión y se han limitado a observar, ante preguntas de reporteros, que no comentan "sobre las percepciones de drama".