Mientras llega la ayuda humanitaria y se debate la reconstrucción del enclave palestino, los trabajadores intentan recuperar la normalidad, también los funcionarios, que han reanudado su trabajo este domingo
PUBLICIDADSegundo día de calma en Gaza. Tras la tregua de la madrugada del viernes la vida vuelve poco a poco a abrirse paso.
Mientras llega la ayuda humanitaria y se debate la reconstrucción del enclave palestino, los trabajadores intentan recuperar la normalidad. También los funcionarios, que han reanudado su trabajo el domingo por la mañana.
Reabren los cafés, los comerciantes hacen balance de sus pérdidas, y los pescadores preparan sus redes para volvr a hacerse a la mar. Aunque se quejan de que la zona en la que se les permite faenar ha sido restringida.
"Podemos ver las lanchas. El barco israelí disparó hacia nosotros a tres millas. No podemos alejarnos. Nos quedamos cerca de la playa porque queremos ganarnos la vida. Tenemos miedo. Mucho miedo. Todavía hay fuego. No hay un alto el fuego. Están disparando a los pescadores", denuncia el pescador Salah Abu Riyaleh.
Desfiles militares y cargas policiales
Tras once días de conflicto, no se han registrado nuevos incidentes violentos entre las milicias palestinas y el Ejército israelí, pero sí demostraciones de fuerza como esta de Hamás.
Cientos de combatientes enmascarados y con fusiles de asalto desfilaron el sábado en la ciudad de Gaza mostrando grandes retratos de combatientes asesinados, y acompañados de su líder político, que ha ido a dar el pésame a los familiares de los palestinos muertos en los ataques aéreos israelíes.
Mientras Egipto envía una delegación para reforzar la tregua y abordar la reconstrucción, han vuelto a producirse cargas policiales en una nueva protesta contra el desalojo de familias palestinas en el barrio estratégico de Seij Yarrah, en Jerusalén Este ocupado.