Contemplamos la ceremonias con feto de llama y figuritas de azúcar de la comunidad aimara en honor de los espíritus de sus antepasados.
Miles de bolivianos han dado la bienvenida al año nuevo andino, que coincide con el solsticio del invierno austral.
Una tradición indígena milenaria, recuperada y actualizada en los años ochenta del siglo pasado, que también se celebra en Perú, Chile y Argentina.
Con las palmas en alto han saludado a este primer sol del año 5529, según el calendario andino, que toma el de la llegada de Cristóbal Colón a América como el año 5000.
Ofrenda con feto de llama y tierra de hormigas
El rito de esta comunidad aimara incluye una ofrenda o wajt'a, una especie de banquete para los achachilas, espíritus de sus antepasados que habitan en las montañas y los protegen. Este menú preparado en la localidad de Pinaya, en el deparamento de La Paz, es de lujo: está compuesto por un feto de llama envuelto en colorida lana junto a grasa de este animal de la coordillera, acompañados de nueces, figuritas de azúcar y tierra de hormigas. Se echa alcohol al conjunto, presentado sobre hojas de coca, y se incinera.
Nos lo explica Mario Chura, dirigente de la comunidad y guía de la montaña:
"Nosotros tenemos una creencia con los tatarabuelos, y hacemos una wajt’a. Como una comida para el achachila. Servimos, como te puedo invitar un plato de comida, es lo mismo. Los preparamos como ofrenda a Illimani, el achachila".
Faustino Mamani es granjero y está preocupado por la falta de agua.
"Tenemos mucha preocupación porque si es que las montañas se deshielan, y totalmente yo creo que no tendríamos vida. ¿No? Agua es la vida".
Con participación del presidente Arce
Las ceremonias se han repetido en más de 200 sitios sagrados del país, con ofrendas también al Taita Inti, que es el Dios sol, y la Pachamama, la Madre Tierra.
El presidente Luis Arce participó en una en el complejo arqueológico de Tiwanaku junto con algunos ministros.
Desde 2018 la celebración se llama oficialmente Año Nuevo Andino, Amazónico y del Chaco para incluir a los pueblos indígenas de todas las regiones bolivianas.