A pesar de la misión, el país está cada vez más alejado del proyecto internacional y su intención es acercarse a China en las tareas en el espacio.
Es un espectáculo digno de disfrutar. Un cohete ruso Soyuz despegó el martes desde la base de Baikonur, en Kazajistán, cargado con la nave de suministro Progress. El destino es la Estación Espacial Internacional y a bordo hay unos 2000 kilos de combustible, agua, comida, y diferentes materiales.
La llegada está prevista para el próximo 2 de julio. Actualmente en la estación hay 7 astronauta: dos rusos tres estadounidenses, un japonés y un francés.
El prestigio de Rusia en el espacio logrado durante la era soviética se ha ido viniendo abajo, especialmente en la última década, por la pérdida de satélites y naves, y misiones fallidas. El Kremlin anunció el pasado mes de abril que en 2025 abandonaría el proyecto en el que trabaja junto a Estados Unidos para crear su propia estación. La idea, además, es iniciar una colaboración con China para las actividades en el exterior de nuestro planeta.