El cese del primer ministro, Hichem Mechichi, y la suspensión del Parlamento 30 días por parte del presidente del país saca a la calle a partidarios y detractores del mandatario.
En Túnez, los partidarios del presidente celebran el cese del primer ministro, Hichem Mechichi, y la suspensión del Parlamento 30 días, entre acusaciones de "golpe de Estado" y muestras de preocupación desde Europa.
El presidente tunecino, Kais Said, retiraba, además, la inmunidad a todos los diputados. Lo hacía tras una reunión de seguridad de emergencia, destinada a responder a las violentas protestas desatadas por las restricciones ligadas a la pandémica y "para recuperar la paz social".
Los seguidores del presidente del Parlamento, Rachid Ghannouchi, líder del movimiento islamista Ennahdha, la principal fuerza política, realizaban su propia protesta denunciando, igual que el propio Ghannouchi, "un golpe de Estado".
El artículo 80 de la Constitución
El presidente tunecino se escuda en el artículo 80 de la Constitución, que dice que en caso de "peligro inminente" puede tomar medidas "excepcionales".
Desde Europa se mira con cautela y preocupación la situación en Túnez.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, Maria Adebahr, dijo que consideran que se trata de una interpretación "bastante amplia de la Constitución":
"Ya podemos ver que el presidente de la República está invocando el artículo 80 de la Constitución para suspender el trabajo del Parlamento. Y para ser honestos, debemos decir que consideramos que es una interpretación bastante amplia de la Constitución en este momento".
La tasa de mortalidad más alta de África
Los confinamientos y restricciones llevaron a las masivas protestas de este fin de semana.
Túnez tiene la tasa de mortalidad más alta del continente africano, según la OMS. La situación se ha descontrolado por la caótica campaña de vacunación y el azote de la variante delta.