Por Jill Gralow
SÍDNEY, 13 ago - Australia ha evitado las elevadas cifras de coronavirus de muchos otros países, pero la rápida propagación de la variante delta y la lentitud en la aplicación de la vacuna han dejado al país en una situación vulnerable.
Los residentes de la zona de Bayside y de otros dos distritos municipales de Sídney fueron sometidos a un duro confinamiento el jueves, ya que limitan con el distrito municipal de Canterbury Bankstown, que tiene el mayor número de casos de COVID-19 en la ciudad, según las autoridades sanitarias estatales.
"La gente ha perdido su trabajo. Ha perdido su negocio. Tiene hipotecas altas. Es bastante devastador", dice Bilal El-Hayek, concejal de la ciudad de Canterbury Bankstown, situada en el estado de Nueva Gales del Sur.
El-Hayek ayuda a repartir algunas de las 1.000 comidas precocinadas preparadas por el club de fútbol Greater Western Sydney y un programa benéfico llamado Lighthouse Community Support a quienes tienen dificultades económicas o no pueden salir de sus casas.
"Los vulnerables, los pobres, son siempre más agradecidos y más generosos. Increíble", dijo su amigo y voluntario Yassine.