La explosión de un depósito de combustible, que estaba siendo distribuido a la población, en la ciudad de Al Talil, en el norte del país, ha dejado al menos veintiocho muertos y numerosos heridos de diversa consideración.
Tragedia en el Líbano. La explosión de un depósito de combustible, que estaba siendo distribuido a la población, en la ciudad de Al Talil, en el norte del país, ha dejado al menos veintiocho muertos y numerosos heridos de diversa consideración. El accidente se produjo apenas diez días después del primer aniversario de la enorme explosión en el puerto de Beirut que destruyó buena parte de la capital libanesa. El suceso provocó las protestas de personas descontentas con la gestión de las autoridades y enfrentamientos entre algunos ciudadanos y miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad.
"Identificamos el hecho de que todo lo que le ocurre al pueblo libanés hoy es por culpa de unos dirigentes corruptos. Que se vayan. Ya no queremos nada de ellos", afirma una manifestante que responde al nombre de Carmen Khoury.
Desde que comenzó la última crisis en el Líbano, en 2019, los graves sucesos se encadenan en un país en el que el carburante se reparte con cuentagotas y ni los ciudadanos ni infraestructuras básicas, como hospitales, tienen acceso a la electricidad.