Por Jill Gralow
SÍDNEY, 18 ago - Mahboba Rawi apenas duerme estos días, preocupada por los "mil niños" que su organización benéfica Mahboba's Promise tiene a su cargo en Afganistán. (https://mahbobaspromise.org)
En una llamada telefónica desde Sídney en las primeras horas del miércoles, se puso en contacto con un trabajador de uno de los cuatro orfanatos que su organización dirige en Afganistán. El empleado le dijo que la gente tiene miedo ahora que los talibanes tienen el control.
"Siento miedo por la vida de mis chicos. Soy la madre de mil niños. Estoy preocupada por su seguridad y por lo que pueda pasar en el futuro por mi trabajo", dijo Rawi tras la llamada.
Rawi, que ahora tiene 52 años, huyó de Afganistán en la década de 1980, después de que la Unión Soviética invadiera el país, y llegó a Australia en 1984 cuando tenía 18 años. En 1992, perdió a su hijo de 6 años en un accidente por ahogo y prometió dedicarse a salvar niños.
El resultado fue Mahboba's Promise. Además de los cuatro orfanatos, su grupo también dirige una clínica y cinco escuelas para niños y viudas en Afganistán.
La rápida conquista de Afganistán por parte de los talibanes, tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de retirar las fuerzas estadounidenses tras 20 años de guerra, ha planteado dudas sobre el futuro de su trabajo.
Muchos afganos temen que los talibanes vuelvan a las duras prácticas del pasado. Durante su gobierno, entre 1996 y 2001, las mujeres no podían trabajar y eran habituales los castigos como la lapidación, la flagelación y el ahorcamiento.
"Trabajo muy, muy duro y quiero seguir trabajando hasta el día de mi muerte y espero que ellos (los talibanes) lo respeten", dijo Rawi.