El avance de la vacunación en América Latina sigue en un ritmo desigual, con países como Chile y México avanzando hacia una especie de normalidad, mientras que otros como Bolivia luchan por salir del atasco en el que se encuentran.
El avance de la vacunación en América Latina sigue en un ritmo desigual, con países como Chile y México avanzando hacia una especie de normalidad, mientras que otros como Bolivia luchan por salir del atasco en el que se encuentran.
Pese a ciertos reveses, Chile ha administrado casi 3 millones de dosis en 28 días, lo que ha permitido que el 80% de la población en su Región Metropolitana completara el esquema de vacunación.
Los casos siguen bajando y el Gobierno chileno ha decidido retrasar en dos horas el toque de queda en Santiago, de las 22.00 horas a la medianoche.
En México, más de 25 millones de estudiantes regresaron a clases tras el anuncio del Gobierno central que ha despertado la polémica.
El país sufre su tercera ola de contagios y por esa razón muchos padres decidieron no enviar a sus hijos pese al mensaje de confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Detrás de esa confianza hay una realidad apremiante: cerca de 5,2 millones de alumnos de todos los niveles educativos desestaron el año escolar pasado debido a la pandemia.
Solo el 26% de los mexicanos ha recibido la pauta completa de la vacunación y la ansiada inmunidad de rebaño está aún lejos.
Y en Bolivia, la burocracia mantiene las vacunas en los refrigeradores. Un poco más de 3 millones de vacunas están estancadas por falta de logística o personal sanitario. Una situación que afecta principalmente a las zonas rurales y que los gobiernos regionales solo pueden desbloquear con una mayor coordinación. Solo el 23% de la población está completamente vacunada en Bolivia.