Nunca han estado tan repletos de artículos de primera necesidad. Son las ventas urgentes de pisos enteros de afganos desesperados que se desprenden de sus muebles por precios irrisorios para irse o para pagar la comida de cada día.
Los mercadillos de Kabul son el espejo de Afganistán. Nunca han estado tan repletos de artículos de primera necesidad.
Son las ventas urgentes de pisos enteros de afganos desesperados que se desprenden de sus muebles por precios irrisorios para irse o para pagar la comida de cada día.
Desde que los talibanes tomaron el poder sólo se les permite retirar 200 dólares a la semana de sus cuentas bancarias, Circula poco dinero en efectivo y eso para los más afortunados que disponende ahorros.
En el principal bazar al aire libre de la capital afgana se amontonan desde platos, vasos y trastos de cocina, a televisores de los años 90 y viejas máquinas de coser. Alfombras enrolladas se apoyan en sofás y camas de segunda mano.
Mayel, vendedor de muebles de segunda mano recuerda:"Al principio, la gente intentaba escapar por problemas de seguridad. Tenían miedo de ser asesinados o heridos. Les sugerimos que evitaran tratar de escapar por fronteras cerradas, porque si fallaban podían quedarse atrapados. Si vendían todas sus posesiones podían quedarse tan sólo con una casa vacía".
Ahmad Farid, comerciante de todo tipo de enseres del bazar, explica:"Antes de los talibanes, las ventas eran ligeramente bajas. Desde que llegaron los talibanes, las ventas han aumentado ligeramente. La gente está vendiendo sus electrodomésticos y muebles por falta de dinero o por falta de ingresos." "Comercian por desesperación. Por ejemplo, cuando tienen que pagar el alquiler y no tienen dinero para ello, venden los muebles de su casa para pagar el alquiler o comprar comida y otras necesidades."
El mercadillo como termómetro de un Afganistán empobrecido que se enfrenta además a la sequía, la escasez de alimentos y a una enorme presión sobre su servicio sanitario causada por el rebrotebrote de Covid-19.
Naciones Unidas estima que los afganos que viven por debajo del umbral de la pobreza podría aumentar del 72% al 97% a mediados del año que viene.