Islandia apuesta por la continuidad. Escrutado algo más del 60% de los votos, la coalición de Gobierno, compuesta por una constelación de partidos de izquierda, centro y derecha, podría retener la mayoría absoluta (con algo más del 52% de las papeletas). El recuento todavía parcial de papeletas...
Islandia apuesta por la continuidad. Escrutado algo más del 60% de los votos, la coalición de Gobierno, compuesta por una constelación de partidos de izquierda, centro y derecha, podría retener la mayoría absoluta (con algo más del 52% de las papeletas). El recuento todavía parcial de papeletas revalida su triunfo, aunque el juego de fuerzas es distinto y el movimiento Izquierda-Verde, la alianza rojiverde de la primera ministra, Katrin Jakobsdottir, perderá varios escaños.
- "Primero pensaremos en los resultados y luego evaluaremos qué va a pasar", decía Jakobsdottir, del movimiento Izquierda-Verdes. "Obviamente, tenemos que pensar en muchas cosas antes de formar un nuevo gobierno. También tendremos que ver cómo están los partidos que integran el Gobierno y cómo estamos nosotros. Según estos resultados preliminares, estamos perdiendo un poco y los progresistas están ganando", adelantaba Jakobsdottir.
El conservador Partido de la Independencia es el que recaba más apoyos, roza el 24% de las papeletas, un 1,3% menos que hace 4 años, y mantendría sus 16 escaños. Pero, al igual que hace cuatro años, ser el primero no es una garantía para dirigir la coalición. La espectacular progresión del Partido Progresista, de centro, que roza el 17% de los votos y obtendría 13 diputados, 5 más que hace 4 años, le permite sobrepasar a la alianza rojiverde que roza aspiraría al 13% de los votos y perdería tres diputados para quedarse en 11 diputados.